La historia del fondo Kati es la historia de la familia Quti. El relato de dos exilios en dos etapas de la historia muy diferentes y de cómo en ambas ocasiones salvaron su legado más importante, su biblioteca: el Fondo Kati.
Ali Ben Ziyad al-Quti partía de la ciudad de Toledo con su familia rumbo al exilio. No se iba con las manos vacías. Este noble musulmán, que finalmente se instaló en Tombuctú, se llevó consigo una escogida selección de documentos escritos en hebreo, castellano y árabe, su biblioteca particular.
Ismael Diadé Haidara, actual propietario de la biblioteca, se vio también obligado a huir de Tombuctú cargado con casi todos los pergaminos que desde hace siglos su familia custodia. Los documentos fueron repartidos en diferentes puntos del planeta para protegerlos de los fanatismos religiosos y los rebeldes Tuaregs.
“Los hombres han elevado demasiados muros y construido pocos puentes”. Fondo Kati es la Biblioteca de la Tres Culturas. Su existencia no serviría de nada si no enseñara a los hombres a vivir juntos. En ella permanecen manuscritos de musulmanes, judíos y cristianos. Solo el diálogo de las culturas nos salvará del odio y de la destrucción.
En su partida, Alí se acompañó de unos 400 manuscritos, que enriquecería con notas en los márgenes en las que relataba circunstancias y peripecias de su travesía. «Aquel que conoció Toledo no podrá olvidarlo», escribió con la nostalgia del que sabe que ya no volverá.
Pasó el tiempo, Alí murió, pero su familia se estableció definitivamente en Tombuctú. Con los siglos y las generaciones, esta original colección ha vivido numerosos capítulos según soplaran los vientos de la historia.
Durante todos estos años, los Al Quti, a la vez que protegieron la inmensa obra de su antepasado, la fueron ampliando hasta sumar un total de 12.714 manuscritos. Creando una de las bibliotecas más importantes de la ciudad de las bibliotecas, Tombuctú.
Desde su último exilio en 2012 y durante casi dos años, la biblioteca Andalusí de Tombuctú ha permanecido a salvo, dispersa, escondida y guardada en baúles con plantas y hojas de tabaco que ahuyentan a las termitas. Toda, salvo una pequeña muestra que quedó en la sede de Tombuctú, para dar la apariencia de que todo seguía igual.
"Tenemos 550 años de experiencia, 550 años huyendo y escondiendo esta biblioteca de fanatismos de todo tipo, dispersando y reunificando los manuscritos. Algo de olfato genético ha ido pasando de generación en generación". Ismael Diadé.
Historiador, poeta, filósofo y experto en cooperación maliense. Ismaël Diadié Haïdara es el responsable de la conservación del Fondo Kati, el legado documental andalusí más importante fuera de España.
Exiliado en España tras la rebelión tuareg de 2012, Ismaël Diadié es el último descendiente de Alí ben Ziryab al Kuti, ciudadano de Toledo expulsado de la ciudad en 1468 e instalado en Tombuctú.